21. ¿COMO ESTÁS VESTIDO?


Efesios 6: 13, 18  “Por tanto, tomad toda armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad y vestidos con la coraza de la justicia y  calzado los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu. Que es la palabra de Dios”

Inicio esta enseñanza preguntando ¿Cómo estás vestido espiritualmente? Efesios nos enseña de qué manera debe hacerlo todo hijo de Dios que anhele agradarle y servirle. Ahora pregúntate ¿están tus vestiduras de acuerdo a lo que su Palabra establece?, o por el contrario estás desprovisto (desnudo) de ella. Pablo es claro en determinar cómo debes estar vestido para agradarlo, y esto sólo se logra cuando te has vestido con toda la armadura de Dios, y de esta manera cubrir cada parte de tu cuerpo para que el enemigo no te destruya, porque satanás te asecha con sus artimañas, maquinaciones, métodos, engaños, desánimo y luego desmayes, y así él pueda darte una estocada que podría ser mortal, por esta razón  Pablo era enfático en enseñar que “Las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Cor 10: 4).

La razón por la cual el Señor  insta a vestir de una manera adecuada es para estar firmes en la batalla. Estas armaduras le darán la autoridad y poder al cristiano de resistir a satanás, y también para cuando el día malo llegare, porque ninguno está exento de afrontar adversidades. Pablo nos revela y alerta contra quién es nuestra lucha y las armas que debemos usar para derrotarlo, pues tenemos un enemigo poderoso que algunos lo subestiman, pero debemos estar preparados y capacitados para enfrentarlo asertivamente. Cuando las personas no saben cuál es el enemigo a quien se enfrenta  le será más difícil derribarlo, por ello el Apóstol Pablo nos reveló ¿quién es ese enemigo?, ¿con qué armas? y ¿cómo enfrentarlo?, y no perder de vista que nuestra lucha jamás será de origen humana. Cuando un hijo de Dios es sabio para discernir las artimañas de satanás se revestirá con toda la armadura de Dios y resistirá sus darnos, como dice Santiago 4: 7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” por esto es necesario que nos vistamos, sometamos y protejamos para estar listos en la batalla y tener la victoria.

Así como en el mundo espiritual el Padre Celestial tiene ángeles, arcángeles, serafines y querubines para luchar contra las fuerzas del maligno, de la misma manera satanás tiene jerarquías en las potestades invisibles en las regiones celestes, que se han revelado contra Dios y son los enemigos de Jesús y de los seres humanos, estos principados son instrumentos de satanás para destruir al cristiano. Por ello es necesario que conozcamos y pongamos estas vestiduras que están al alcance de todo aquel que quiera vencer.

Estas armaduras son la defensa de todo cristiano y no solo deben ser puestas en determinada ocasiones, con ellas debemos cubrirnos todos los días, con el estilo de vida que caracteriza todo cristiano que vive de acuerdo a las instrucciones divinas, o sea al gobierno de Dios aquí en la tierra, y se han despojado de sus viejas vestiduras para vivir una vida diferente que agrade realmente a Dios, y depender totalmente de él. Hay momentos que el cristiano baja la guardia por desconocer que su lucha es diaria, que no solo ocurre en una sesión de liberación, o cuando  enfrentas demonios de enfermedades, o cuando horas por un hogar destruido,  pues te diré que nuestra lucha es día a día en cada momento que salimos,  donde nos encontremos, cuando nos dejamos arrastrar por las cosas que el mundo ofrece. Cuando el cristiano conoce su posición en la batalla el enemigo no lo cogerá desarmado o desprevenido, como le decía el Apóstol Pablo a Timoteo “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar Aquel que lo llamó por soldado” debemos ser radicales con las instrucciones de Dios a fin de agradarlo.

Cuando un cristiano sabe que está capacitado y conoce cuál es su posición, autoridad en la batalla como hijo de Dios, entones ira seguro, porque es consciente que tiene las armas correctas para salir victorioso. Cuando el cristiano no se ha contaminado y vive en santidad tendrá la potestad y poder de reprender con toda autoridad y tendrá el respaldo de Dios, Jesús le dio la comisión a sus discípulos y hoy te las ha delegado a ti “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del maligno, y nada os dañará” (Lucas 10: 19).  Todo cristiano necesita tomar decisiones para no claudicar y así prepararse para la batalla espiritual y nada lo dañe.

1) TOMAD TODA ARMADURA: “Por tanto tomad TODA la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo” (Efesios 5: 16). Aquí el Señor nos está dando una orden de tomar toda armadura, no es una opción, porque sin ellas estaríamos desprovistos para el día de la batalla, él nos está advirtiendo que vendrá el día malo, y si no hemos tomado su armadura nos será difícil resistirlo, por el contrario seremos presa fácil para devorar. Por eso Jesús nos dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16: 33). Hay un dicho que reza en el mundo ¡Guerra avisada no mata soldado! Jesús nos advierte que en el mundo tendremos aflicción, que el enemigo no duerme viendo la manera de hacernos tropezar y luego acusarnos, haciéndonos creer inclusive que él mismo Dios nos abandonó y esto trae temor y desanimo, esta es la razón por la que se nos ordena prepararnos, y la única manera de hacerlo es aprovechando bien el tiempo, en su presencia, en la lectura de su palabra como dice Efesios 5: 16 “Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

Deberíamos estar conscientes que la lucha contra satanás es espiritual, por tanto debe lucharse con las mismas armas espirituales, ya que ninguna arma material podría ser efectiva contra él y sus potestades. La Biblia no menciona de qué manera Satanás enfrentará su batalla contra ti, o el día que lo hará, ni se nos dará una lista de tácticas,  estrategias o métodos específicos que él usará.  Sin embargo Dios en este pasaje es muy claro en decirnos que cuando seguimos fielmente todas sus instrucciones, podemos permanecer firmes para la batalla en victoria.

Usted se preguntará ¿Qué es una armadura? En el mundo físico es un conjunto de piezas o elementos de metal articuladas que sirven como soporte compuestas por piezas metálicas o de otro material resistente que se utiliza para proteger el cuerpo en sus luchas contra el enemigo. La armadura en tiempos egipcios era de una coraza de tela fuerte o de acero en gran parte, eran sometidas a diferentes pruebas para verificar su resistencia. En plano espiritual, es la protección del cristiano para resistir  los dardos del enemigo. Dios permite las batallas en el cristiano para que verifiquemos qué tanta resistencia tiene la armadura que llevamos puesta.

2) COMENZAR LA BATALLA CON FIRMEZA ESPIRITUAL:
Un soldado requerirá siempre de madurez, firmeza, seguridad, valor, sometimiento  y obediencia en su carácter, emociones, decisiones y en su fe para ser efectivo y el enemigo no tome ventaja. Debe estar firme y radical para poder ministrar en las cosas de Dios, de lo contrario no tendría el poder ni la autoridad, por eso el Apóstol Pablo fue enfático en decir que no debemos enredarnos en los negocios de la vida, (Mundo) a fin de agradar a Dios en lo que hagamos. Cuando usted ha tomado la decisión de pertenecer al ejército de Jehová, es mejor no regresar a atrás porque esto le traerá consecuencias, sino debe mantenerse fiel a sus preceptos como lo decía el Apóstol Pedro “Porque mejor les hubiese sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido volverse atrás del santo mandamiento  que les fue dado (2 Pedro 2: 21). Dios perdona el tiempo de nuestra ignorancia pero cuando tenemos el conocimiento ya no tendremos excusa delante de él.

 LA  ARMADURA  DEL  CREYENTE

1) El Cinturón: La función de un cinturón es ceñir, corregir y ajustar como dice Efesios 6: 14 “Ceñidos los lomos con la verdad” esta verdad es una forma de prepararnos vestidos para la exigencia del combate. Cuando una persona nace de nuevo en Cristo Jesús es objeto de ataques, Satanás no duda, va automáticamente a su presa, porque ya no perteneces a su bando, ahora eres su enemigo, y tienes que prepararte para esos ataques ¿cómo? ceñidos los lomos con la verdad.  Todo cristiano que desea ganar una batalla contra el enemigo debe comenzar con la verdad, Cuando hay mentiras en nosotros jamás nos afirmaremos en él. En Proverbios dice: “Compra la verdad y no la vendas” La verdad no es un destino, ¡Es un camino! La verdad es JESÚS. Nunca olvidemos que satanás es el “padre de la mentira” y con ellas fundamenta sus dardos, por tanto nuestra resistencia la haremos fundamentándonos en la verdad. Este primer elemento de la armadura simboliza la protección de Dios sobre nuestras vidas, contra toda mentira y engaño del maligno. Como el cinto cubre los lomos (la fuerza), nos evitan ser atacados, satanás viene del lado que no vemos, con argumentos engañosos que tratan de hacernos frágiles la confianza, modificando la Palabra, enviando espíritus engañosos para cambiar, quitar o añadir palabras de las escrituras. Todo cristiano que desea ganar sus batallas  debe comenzar con la verdad que es el fundamento de toda una vida cristiana. El evangelio de la verdad, es la base principal del creyente, ella nos sirve para ceñirnos, ajustarnos, corregirnos  y no descarriarnos ni ser derrotados, como dice 2 Samuel 22: 40 “Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea” y el Salmo 18: 32 “Dios es quien me ciñe de poder Mientras ese cinturón lo llevemos puesto jamás nos saldremos de su redil y tendremos la batalla ganada.

2) La Coraza: “Vestidos de la coraza de la justicia (Efesios 6: 14) Una coraza es la parte de una armadura rígida que está ubicada en el torso para proteger las áreas vitales de un soldado. Unos de los requerimientos importantes para la vida de un creyente es tener justicia. Aparte de la justicia de Dios, está la justicia del creyente, que es un requisito básico, el pasaporte con visa incluida para la entrada al reino de los cielos. Esta justicia es una forma de rectitud y de santidad que va más allá de cánones religiosos y humanos como lo expresa Mateo 5: 20 “Porque os digo que si vuestra justicia, no fuera mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos”. Esta justicia de la que el Señor habla es una justicia objetiva que no es frente del esfuerzo humano, que no es un mérito del hombre, sino que es un regalo de Dios en Cristo. Esa misma justica de la que Pablo habló en Romanos que es gratuita por la fe en Jesucristo. Es una virtud moral que nos inclina a dar a cada cual lo que le pertenece como propio. Pero muchas veces tomamos la justicia en nuestras manos e ignoramos la Justicia de Dios que está por encima de la del hombre “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (Romanos 10: 3).

La justicia de Dios es invariable e inmutable, (Romanos 3: 25, 26) él es infinitamente justo en su propio ser, e infinitamente justo en todos sus caminos. Está coraza se pone sobre el corazón y los órganos vitales, por esto es necesario guardarlo celosamente, en ellos se encuentran  la rectitud, la justicia y la verdad que es una característica de Dios, la cual el creyente debe poseer Fil 1: 11 “Llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios” No está en ti, viene de Dios.

Hemos dicho que la mayoría de las armas que nos presenta Efesios son más defensivas que ofensivas, porque ninguno de nosotros podría entrar en una lucha frontal contra satanás, pues indefectiblemente seriamos derrotados, por eso es que Efesios es claro cuando dice: “Porque nuestras  luchas no son contra sangre ni carne sino contra potestades, principados, gobernadores de la tiniebla” (Efesios 6: 12). La razón de esta lucha es que el enemigo que tenemos solo se derrota con armas espirituales, o sea la guerra del cristiano es totalmente espiritual, por eso Colosenses 2: 14, 15 nos enseña cómo lo derrotó Jesús “Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente en la cruz. El reino de satanás quedó más  que establecido que fue claramente derrotado en la cruz, sí, mi Señor lo derrotó con armas espirituales, como debe hacerlo cada hijo de Dios, de modo que es urgente nos vistamos con la coraza de la justicia y no vivir sin defensa, para así proteger esa parte vital de nuestro cuerpo y no ser derrotado por el enemigo.

3) El Calzado: “Y calzado los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6: 15) El apresto es la disposición, preparación y prevención que todo guerrero de Jesucristo debe tener. Y ella va sobre nuestros pies (nuestro andar) todo soldado perteneciente al ejército de Jehová debe tener la disposición, la preparación y esta prevenido contra su enemigo para llevar esta poderosa palabras con éxito y victoria, no hay algo más poderoso que traer alegres nuevas, o sea noticias que alegran el corazón de las personas encadenadas como dice Isaías 52: 7 “Cuan hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae buenas del bien, del que publica la salvación. Si usted preguntara ¿como uno se calza los pies con el apresto del evangelio?  La respuesta es: Siendo diligentes en llevar su palabra, con nuestra vida diaria, socializando con la gente con el propósito de hablar con ellos de las buenas noticias, regalando un tratado, una literatura o material cristiano que edifiquen sus vidas, enviando un correo electrónico de nuestro pan diario (la Palabra), necesitamos tomar en nuestras manos la responsabilidad de ser portador de paz, consuelo y esperanza. Dios nos dice con el apresto  que en griego traduce “presteza” es la firmeza o rapidez para llevar su palabra a aquellos  que están en tinieblas para combatir todo espíritu demoniaco, Pablo los combatía con la paz, que es el descanso y reposo  para aquellos que están en prisiones de oscuridad y cadenas perpetuas que se satanás pone en sus vidas para que sean destruidos. Por esta razón el cristiano necesita poner su calzado para deshacer las obras del diablo y que ellos sean libres.

Las Sandalias Militares: Este calzado era fuerte y estaba bien ventilado con filas de tachuelas en la suela sabiamente dispuesta para soportar y resistir muchos kilómetros.  Este servía para dos propósitos: Primero: Servía como un arma ofensiva, se podían defender con ellas. Segundo: Les brindaba mejor estabilidad al pelear sin importar el tipo de terreno con el que se podían encontrar. Es por eso que sin importar la situación  la armadura de la paz debe estar en ti como dice Filipenses 4: 7 “Y la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento, guardará vuestro corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”

Si no logras sentir esa paz, entonces no le será difícil  al enemigo poner espigas afiladas en tu camino.  Si no estamos usando la paz que Cristo nos ha entregado, entonces nuestros pies espirituales están descalzos y no podremos pararnos firmes para defender nuestro territorio. Es interesante ver como en medio de la lucha y la batalla, se espera que un cristiano tenga reservas de la palabra y lleve la buenas nuevas de paz a otros, esto es agradable ante Dios.

4) Escudo: “Sobre todo tomad el escudo de la fe para apagar los dardos del maligno” (Efesios 6: 16) Cuando la palabra dice apagar los dardos  nos lleva el pensamiento a un incendio grande, difícil de eliminar, pero que hermoso es saber que hay alguien que te llevará a aguas viva y apagará toda esas llamas que consumen tú vida, y esas aguas simbolizan la fe para nosotros.  Muchos quisieran ponernos armaduras hechas por ideologías humanas, fórmulas de éxitos, pero la armadura perfecta o vestimenta de éxitos y victoria la encontramos tomando el escudo de la fe. Muchos se defienden basados en lo que saben, otros basados en lo que son y otros basados en lo que tienen, con palabras o formulas humanas que jamás tendrán el poder de darte la protección necesaria en una batalla, un guerrero de Jesucristo tiene una excelente defensa y es la que menos utilizamos “El escudo de la fe” La fe es una armadura de defensa y protección para todo creyente, con ella no hay nada que nos pueda tocar o dañar. Para conocer dónde debemos ponernos ese escudo, necesitamos saber cuáles son las partes vitales de nuestras vidas que son atacadas por el enemigo para darle prioridad. Muchos llevan el escudo de la fe a su espalda en medio de la guerra y por eso son derrotados. La parte vital que debemos proteger es nuestra relación espiritual con Dios, si esta se dañare todo lo demás como: la familia, economía, trabajo, y la salud se deteriora sin que lo podamos evitar.

El escudo de la fe es el corazón de un guerrero, por tanto es una de las partes que primero ataca el enemigo, porque si lograra dañar tu relación con Dios robándote la fe, tu vida será catastrófica. La fe es la constancia de las cosas que se esperan y la comprobación de los hechos que no se ven, por eso este escudo es la declaración de lo que no se ve, es nuestra forma de expresar lo que Dios va a hacer, y el enemigo siempre quiere robarte la fe para que claudiques o lo que es peor matar tus esperanzas, sueños y anhelos que has depositado en Dios. El escudo de la fe tiene dos principios: Lo que hablas y lo que haces, las palabras son semillas que darán sus frutos en su tiempo, lo que declares eso recibirás  y de eso alimentarás tu futuro, con respecto a lo que haces también traerá consecuencias, tus acciones determinará la calidad de tu vida, porque tarde o temprano se te devolverá lo que haya hecho, sea bueno o malo. El escudo de la fe es un arma para proteger tu mente y corazón contra ataques negativos, decepciones, pruebas y tribulaciones, porque el hecho de hablar de escudo denota la presencia de una batalla ya sea física o espiritual. No olvide que nuestra lucha es contra uno de los más peligrosos enemigos en existencia y que todos los días de nuestra vida nos enfrentaremos con él, y que la única manera de combatirlo es con el escudo de la fe para poder apagar ese fuego con que somos atacados. Hoy necesito tomar el escudo de la fe como un arma indispensable. Cuáles son los dardos de fuego que podríamos recibir hoy: Incluye acusaciones maliciosas que entristecen nuestra alma, otros dardos son pensamientos de duda, desobediencia, rebelión, lujuria, malicia, temor, pornografía y muchas cosas innumerables. Pero lo más hermosos es que hoy puedo acudir al escudo de la fe, hoy ya no tengo excusa, para continuar cautiva y esclava del pecado y dejarme robar mi fe y mi relación con Dios.

5) EL Yelmo: (Casco) “Y tomad el yelmo de la salvación” (Efesios 6: 17). El yelmo en la armadura de un soldado era lo que le aseguraba que su cabeza no fuera lastimada, pero en la armadura de Dios, el yelmo es una cobertura espiritual que le da protección a nuestra mente (pensamientos), las áreas de nuestra mente pueden estar expuestas al ataque del enemigo y si estamos desprevenido pueden ser mortal. La cobertura espiritual de nuestra mente está fundada en la seguridad de que somos salvos, y también en el poder que Dios nos da cuando somos salvos.

Quiero que sepa que el ¡más débil de los creyentes tiene en su poder lo que posee el más poderoso de los santos de Dios!, en él se halla cada una de las bendiciones espirituales. Recuerde que el enemigo nos asecha con diversos ataques mentales cuyo único objetivo es hacernos perder la fe en Dios y la confianza en nosotros mismos. El cristiano que no se ha revestido con el yelmo de la salvación está completamente desprovisto de la protección de Dios, como una ciudad sin muros, está al alcance de sus enemigo y puede perecer fácilmente como dice Proverbio 25: 28 “Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda” porque sus pasiones no tiene  guardia, sin una malla que controle su orgullo, vanidad, maldad, ira y venganza, por eso una persona que no le pone límites a todo esto corre el peligro de seguir ciegamente sus impulsos carnales y de ese modo trae infelicidad así mismo y a otros.

Cuando el cristiano tiene el hábito de vestirse con la armadura completa que está a su disposición diariamente le permitirá mantenerse con la actitud correcta y actúa sabiamente contra cada ataque del enemigo. Todas las partes de la armadura de Dios son importantes e imprescindibles con ellas evitaremos ser heridos con los darnos del enemigo y el yelmo es de vital importancia para la salvación. La palabra yelmo viene del término griego (penkefalaia) que significa (casco)  esta palabra denota la protección del alma o la mente, le da protección a nuestro pensamientos que son por lo general los que nos hacen derribar o desanimar, en ellos residen los temores, las tentaciones, la maldad y de la cabeza bajan a nuestro corazón, entonces estamos vulnerables y nos fallamos y le fallamos a Dios.

En los tiempos antiguos los soldados romanos usaban el yelmo y se aseguraban que estuvieran en el lugar indicado para no ser lesionado y morir, el yelmo representaba la esperanza de tu salvación como dice 1 Tesalonicense 5: 8 “Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y amor, y con la esperanza de salvación como yelmode esta manera estemos convencido  de la esperanza que tenemos, cuando nos vestimos con el yelmo podremos llevar nuestros pensamientos en cautiverio a la obediencia de Cristo como dice 2 Corintios 10: 5 ““Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”, si somos cuidadosos con lo que le permitimos entrar a nuestros pensamientos no perderemos el enfoque de la salvación. Es importante que protejamos nuestros pensamientos porque allí está el campo de batalla y el enemigo conoce que puede ganar en esta área, entonces nos mantendrá cautivos y desprovistos, por esto el Señor nos aconsejaba “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4: 23) “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es” (Pr 23: 7) por ello ¡No podemos evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que haga nido en ella!, si vienen pensamientos de derrotas, desesperación, dudas, temores, inseguridades deséchalas  inmediatamente y no las alimentes,  toma la decisión de ponerte ese casco (Yelmo) de la salvación y vivirás en una continua victoria y nada te hará perder la fe.

La Espada: La espada es una parte de la armadura de Dios que es espiritual, por tanto los elementos que la componen también son espirituales. “La frase la espada del espíritu” se menciona solo una vez en las escrituras en el libro de Efesios 6: 17, la cual Pablo exhorta a usar con el fin de estar preparados para luchar eficazmente contra satanás y sus demonios. Esta pieza de la armadura es un instrumento que para usarla implicará un encuentro personal muy cercano, no es un arma que la podamos comparar con un revolver, metralleta o un misil que podrían ser usadas a distancia, sino que implica un encuentro personal muy cercano con el enemigo. Esta espada descrita por Pablo era corta e identificada con la palabra de Dios.

Cuando la Palabra de Dios es proclamada las huestes tiemblan, por ello es necesario tomar la espada  del espíritu para poder enfrentar ese encentro cercano con el enemigo de tu alma, y nada iguala su exactitud, poder y alcance. El Señor Jesús cuando estuvo en la carne, en el desierto ante el tentador nos dio ejemplo de cómo tomar esa espada a la cual el maligno no pudo contradecir ni resistir, por eso es necesario que nosotros como cristianos de igual manera la enfrentemos con el poder de su Palabra para resistirlo y hulla de nosotros como dice Santiago 4: 7 “Someteos, pues a Dios; y huirá de vosotros”.

La espada representa la verdad de la fe y la lucha, todas las partes de una armadura sirven solamente como defensa, ninguna de ellas para el ataque excepto la espada, ella no solo sirve para defenderse sino también para atacar y poner a fuga el adversario. Resistir significa en el vocablo Griego ¡Anthistemi! No significa  una resistencia pasiva, sino una oposición frontal, un enfrentamiento directo contra satanás. La espada también es símbolo de juicio por eso nosotros no somos llamados a decretar juicio sobre nada ni nadie, sino que esto solo es delegado por Dios, porque él es justicia. Nosotros solo debemos sujetarnos a su palabra en la búsqueda para discernir sus maquinaciones porque satanás no resiste a alguien con la autoridad de Dios, ni se somete a alguien que está por debajo de su rango, y él conoce perfectamente quienes viven sometidos a Dios con poder.

Así como vestirse con todas las partes de la armadura es una orden, tomar la espada forma parte de esa orden. Ella no es solo para líderes, esta espada será una necesidad para todo aquel que quiera servir a Dios, porque ella es la única que te garantiza la protección y defensa.

Al igual que una espada normal en las manos de inexpertos sería fatal y las consecuencias serían nefastas, así mismo la palabra de Dios en manos inexpertas seria peligrosa y catastrófica, sería tergiversada y le haría más daño que beneficio para él y a muchas persona, por esto es necesario que cada persona tenga el conocimiento y la revelación de su palabra para no ser engañados, sino por el contrario aplicarla de una manera correcta para que sea de verdadera bendición con autoridad y poder. Muchas personas se engañan pensando que si tiene la Biblia en ciertos salmos y repiten textos bíblicos se hará efectiva y los librará del mal, y están muy equivocados, su Palabra solo se hace efectiva cuando la conocemos, nos sometemos a ella en obediencia, y la haces un rema en tu vida, entonces se hará efectiva y tendrás victoria frente a los ataques.

Cuando un cristiano se viste con toda la armadura de Dios automáticamente empieza a limpiar su corazón y es libre de todo pecado y maldad, y de esta manera su palabra tendrá poder en el para liberar, sanar, instruir, corregir y consolar en el libro de Hebreos no puede ser más claro, porque la palabra se hace eficaz cuando somos revestidos con toda la armadura de Dios, no hay que dejar ningún lado sin cubrir “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu , las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón o sea no nos podemos esconder, ni huir, ni engañar a Dios. Solo tú eres el único que puedes vestirte de una manera adecuada y no será un día, un mes la batalla es diaria. Satanás sabe perfectamente esto y por esta razón es que ha impedido con todas sus artimañas en todos los tiempos de la humanidad, que los creyentes no conozcan esta verdad, autoridad y poder de la armadura de de Dios y que aprendamos como vestirla y aplicarla en nuestras vidas y en la de otros, cuando tengamos sed y hambre de ella, entonces su palabra cobrará vida.
La pregunta que debe hacerse cada persona es ¿De qué lado me estoy colocando?  ¿Con Cristo o contra él?, ¿con la armadura o desprovista de ella? La respuesta solo la conoces tú. El que vive para agradar a Dios tendrá el privilegio de vivir toda una eternidad con él.  ¡Aleluya!

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