20. NUTRICIÓN ESPIRITUAL


“Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” (1 Timoteo 4: 6). Pablo le aconsejaba a Timoteo que si les enseñaba a sus discípulos cómo nutrirse con las Palabras de fe  llegarían a ser buenos  ministros de Jesucristo, y hoy esta palabra llega a nosotros para que conozcamos la importancia de una buena nutrición y así crecer sanos, para ser fieles ministros de Jesucristo.

La calidad vida de una persona físicamente se basa literalmente en lo que come, o deja de comer y dependiendo de esto le aportará las calorías y energías para que el cuerpo pueda alimentarse y nutrirse excelentemente y no se enferme y muera. De lo que comas sea mucho o poco dependerá en gran medida que tu organismo tenga los nutrientes esenciales para que el proceso celular se realice adecuadamente y seas una persona sana.

La buena salud está relacionada como antes dijera con una buena nutrición balanceada, hoy el índice más alto de muertes se debe a la mala alimentación ya sea por excesos o por la falta de ellos, los malos hábitos alimenticios deterioran la salud, y la ingesta de comidas no adecuadas (chatarra) pueden llevar a una persona a la muerte, porque  la mucha grasa tapona las arterias y esto te puede conducir a un infarto.

Así como las persona se eximen de comer ciertas clases de alimentos que deterioran su salud, de igual manera debemos ser cuidadosos con lo que nos alimentamos espiritualmente para no entorpecer el desarrollo normal del crecimiento a una vida  espiritual exitosa, en lo que vemos, oímos, hablamos, los lugares que vamos, con quien nos relacionamos. Una persona que desee destacarse en cualquier deporte  debe someterse a una disciplina con horas de entrenamiento, se eximen de comer ciertos alimentos, separados en concentraciones etc., de igual manera se aplica para los artistas y músicos, porque nadie logra la excelencia en ningún campo sin una disciplina rigurosa y sin la disposición de hacer grandes sacrificios para lograr las metas propuestas, Pablo hacía referencia que el “Ejercicio Corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesas de vida presente y de la venidera (1 Timoteo 4: 8), él hacía ilustraciones tomada de los deportistas para ayudar a los lectores entender el punto central de su mensaje, los deportistas deben atravesar barreras físicas y obstáculos difíciles que están dispuestos a superar por ganarse un primer lugar y un trofeo terrenal que tiempo después ya no tendrá demasiado valor, más el que se esfuerza por ocupar un lugar de privilegio en el señor con una buena nutrición espiritual ejercitando sus músculos espirituales lo hará para una corona incorruptible que no le será quitada y le servirá para ejercer autoridad y poder para enfrentar principados y potestades, por esta razón cada cristiano debe prepararse para destacarse en su vida espiritual.

Si no estamos sometidos a una buena nutrición espiritual nos debilitamos y nos convertimos en cristianos raquíticos exponiéndonos a las enfermedades y virosis espirituales que nos mantendrán sin fuerzas para la batalla y así al enemigo le será fácil derribarnos. El ser humano no solo está compuesto por alma y cuerpo, tenemos una vida espiritual que alimentar y tendremos que hacerlo de una manera adecuada para obtener una salud excelente y la victoria. Hoy la gente procura satisfacer (alimentar) las necesidades de su alma y cuerpo que son los sentidos (Vista, olfato, oído, gusto y el tacto), y esto les llena su parte humana (vida carnal), y su vida espiritual que es la más importante pasa a un segundo lugar.

 Jesús siempre nos enseñaba la importancia de llevar una salud espiritual excelente en Mateo 4: 4 dice: “Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios aquí Jesús se refería que el alimentarse físicamente era bueno para la vida del hombre, pero le era necesario e imprescindible alimentarse espiritualmente con la Palabra que salía de la boca de Dios (Las Escrituras) para  tener una nutrición espiritual exitosa.

Nuestra vida es más que solamente fisiológica, hay una vida espiritual que debemos cuidar y proteger celosamente porque de ella dependerá la  (Autoridad, unción y poder) y sobre todo tu pasaporte a la eternidad. El cuidar tu cuerpo físico te llevará a una buena calidad de vida terrenal que te servirá mientras vivas en esta tierra y después ya no tendrá valor, pues tu cuerpo será comido por los gusanos por muy fuerte y saludable que lo hayas tenido, eso no te exonerará de la muerte, pero cuando has procurado y esforzado en llevar una buena nutrición espiritual será de beneficio no solo aquí en la tierra, sino para adquirir la vida eterna. El mismo Jesús nos los reveló a nosotros diciendo: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo” (Juan 6: 51).

Esta palabra que Jesús habló no la entendieron sino que escandalizó a los oyentes y contendían entre sí, no podían discernirla les era duro hacerlo, por ello el mismo Jesús les Dice: ¡Esto os ofende! “Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que coma mi carne y beba mi sangre, en mí permanece, y yo en él” (Juan 6: 55), para muchos no era fácil digerirlo, ellos no eran lo suficientemente maduros  para interpretarla, en 1 Corintios 2: 14 dice: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Lo que Jesús hacía era comparar su Palabra con el alimento espiritual, y el hombre entendiera la importancia de tener una buena alimentación (Nutrición espiritual) para poder permanecer en él y él en nosotros y de esta manera crecer sanos y desarrollarnos para tener discernimiento y revelación de su Palabra.

Para que pueda haber una buena nutrición espiritual el cristiano debe comer el pan vivo (Jesús) a través de su Palabra. La pobre nutrición espiritual en los cristianos hoy es el enemigo más poderoso que está destruyendo al pueblo de Dios y éste infortunadamente no está apercibido, por esta razón muchos años atrás  Oseas lo manifestó “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”  (4: 6). Ellos habían olvidado la ley de Dios, no habían nutrido sus vidas espiritualmente y esto los llevó a la derrota y destrucción total. Cuando una persona no se nutre adecuadamente en su vida espiritual está impidiendo su crecimiento y la capacidad inmunológica para resistir los virus y enfermedades espirituales como el desánimo, la depresión, la falta de fe, el temor y la derrota, que pueden llevarte a la muerte no solo espiritual sino lamentablemente a la física, porque una depresión te puede llevar al suicidio. Jesús siempre alertaba  a sus discípulos y todos aquellos que lo seguían diciéndoles: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo hablo son espíritu y son vida Juan 6: 63).

Si las palabras que salen de la boca de Dios son alimento para nuestra alma y espíritu, cuál es la razón por la que no buscamos la llenura (nutrición) necesaria para fortalecernos, sino que le damos prioridad a la carne o sea (comida chatarra) que destruyen e impiden nuestro crecimiento espiritual quedando así vulnerables a las enfermedades o virosis que nos impiden tener la autoridad, unción y poder en nuestras vidas. Mi pregunta hoy es: ¿Te estás alimentando de la Palabra que sale de la boca de Dios, o por el contrario  te estás alimentando con las algarrobas que el diablo ofrece Como son  la gritería, pornografía, adulterio, fornicación, inmundicias, idolatrías, borracheras, pleitos, resentimientos, iras, envidias, y contiendas? la cual su palabra amonesta que los que se alimentan de ellas no heredarán el reino de los cielos, porque haciendo todas estas cosas inadecuadas alimentas tu apetito carnal y cada día estos te pedirán más, y vivirás toda una vida cristiana mediocre.

Por esta razón muchos cristianos cuando van a la iglesia o a su palabra llegan sin hambre porque vienen llenos de la comida que sirven en el mundo toxicas y nocivas, de sabiduría humana como son las vallas publicitarias sugestivas, revistas de hombre y mujeres desnudos que contaminan tus ojos, viendo pornografía por internet, las novelas que muchas de ellas están llenas de adulterios, pecados sexuales, homosexualismo que el mundo  y algunos cristianos se deleitan en ellas porque  lo ve como natural, de esto llenas tus ojos que son la lámpara de tu cuerpo. La ingesta de estas comidas (Chatarra) los debilitan y esto no les permiten avanzar en su crecimiento espiritual y se preguntan por qué están derrotados, los ves por años detenidos en una misma estación de la vida sin progresos, ni cambios espiritualeseconómicos  o físicos, estas personas han decidido agradar más sus apetitos carnales que alimentarse de su palabra y la oración para que de esta manera  puedan agradar al Dios.

Dios nos ha llamado a llenarnos del conocimiento de su Palabra que es el alimento sólido de su Evangelio para poder entender y discernir lo que realmente anhela Dios para cada uno de nosotros. En Hebreos 5 nos habla acerca de creyentes que teniendo el tiempo necesario para estar crecidos y nutridos espiritualmente, aún son débiles o bebes alimentados con lechecita espiritual como lo dice Hebreos “Porque debiendo ya ser maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de la Palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño. Pero el alimento sólido es para lo que han alcanzado la madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal(Hebreos 5: 12 al 14).

Todo aquel que se alimenta de las cosas que ofrece el mundo se desnutre y llega a convertirse en un raquítico espiritual, así tenga años de caminar en el evangelio, el tiempo no les garantiza su madurez espiritual, entonces le será necesario beber leche como lo hacen los niños por su inmadurez, pero en tanto quien se nutre con el alimento espiritual adecuado (su palabra, ayuno, alabanza y oración), alcanza la madurez para afrontar los desafíos de la vida fuerte y tendrá el discernimiento para separar lo malo de lo bueno, y sus sentidos (Vista, el olfato, oído, gusto) los someterá al señorío de Dios.

En este pasaje de Hebreos 5, si lo analizamos, muchos se contentaron con los rudimentos de la fe que es solo “beber leche”, mientras que el que procuró robustecer su fe y profundizar su conocimiento en el Señor  “pudo comer carne” porque estos se prepararon y capacitaron en llevar una dieta espiritual sana. Las personas que llevan una nutrición adecuada conseguirán un lugar de privilegio en el corazón de Dios, aquí en la tierra y en su reino eternal, y serán instrumentos de Dios para grandes cosas, porque ya están capacitados para enfrentarse con principados y potestades sin que el temor los paralice y los destruya.

Así como los fieles de Corinto se habían convertido pero su nutrición no fue la adecuada para crecer maduros, no lograron aplicar sus conocimientos en su vida, por eso tenían problemas en su vida espiritual, cotidiana e interpersonales por consiguiente competían por ver quién era más “espiritual”. Igual lo vemos en nuestro tiempo, compiten para demostrar quien tiene más poder o unción.  Por este motivo Pablo no los podía considerar “gente espiritual”  y sólo podía hablarles como “niños” inmaduros para darle vianda fuerte, les habló como niños de pecho con leche en vez de alimento sólido, estas personas no podían digerir comida fuerte.  1 Corintios 3: 1, “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como  a espirituales, sino como a carnales, como niños en Cristo. Os di a beber leche, y no viandas, porque aún no erais capaces, ni soy capaces todavía que triste condición la de estas personas que pudiendo escoger la nutrición espiritual adecuada, prefirieron quedarse estancados en su nutrición espiritual para ser tratados como a niños.

El que no está nutrido adecuadamente con su Palabra no es capaz de recibir alimento sólido para discernir las cosas espirituales, sino que han de ser tratados como a niños, sin responsabilidades ni compromisos. Pablo decía que los cristianos espirituales eran aquellos que son dóciles para aceptar sus fragilidades, errores y debilidades y sometían sus emociones al poder del Espíritu Santo, una persona que no está nutrida adecuadamente actúa de acuerdo a su razonamiento que es puramente humano, ellos en sus pensamientos y acciones pueden tener las mejores intenciones, pero viven en sus limitaciones y sus reacciones son humanas y de esta manera proceden y actúan. 

Con respecto al alimentarnos de leche y carne, el Apóstol enseñaba a los Corintos y ahora a nosotros que es necesario que escuchemos y aprendamos del Evangelio; les decía que ésta era la única manera de crecer y madurar en Cristo, porque cuando somos nutridos con esta verdad (El Evangelio) crecemos sanos y bien alimentados. Ahora bien, quiero que sepa que la leche y la carne son excelentes fuentes de proteínas, las dos se consideran alimentos básicos y están en la alimentación de muchas personas (adultos y niños), pero a pesar de su similitud las dos son muy diferentes, la leche es líquida, y la carne es sólida, para comer carne es imprescindible los dientes para su masticación y así tener una buena digestión y sea de beneficio; llevado al plano espiritual gente madura y capaz de discernir su Palabra adecuadamente, en tanto que la leche se bebe y es para niños inmaduros incapaces de recibir la amonestación e instrucción de Dios sin que se escandalicen u ofendan.

La carne no se digiere con la misma facilidad, por ello los pediatras la recomiendan a cierta edad cuando sus enzimas están en capacidad para digerir y pueda ser de beneficio a un bebe. Las enzimas son proteínas o moléculas que ayudan a que las reacciones químicas ocurran con mayor rapidez, ellas ablandan las carnes y cortan las proteínas tal como lo harían un par de tijeras. Si a un bebe recién nacido le diéramos a comer carne se enfermaría y podría morir mientras que en un adulto es de provecho. Hay otra diferencia de la leche con la carne, la leche se puede tomar sin ser añadida con nada  y su sabor es agradable, la carne  necesita estar bien cocinada y sazonada para que sea agradable y saludable a las personas.  Si lo llevamos al plano espiritual su diferencia radica en la forma en que son preparadas, pues son muy diferentes entre sí. Un bebe espiritual tampoco tiene sus enzimas en capacidad para digerir la palabra, tendremos que ayudarle con discipulados enseñándoles el amor, la gracia, el perdón y la misericordia de Dios y no se le exigirá pues está aprendiendo y capacitándose para llegar a ser adulto. Más una persona adulta o madura espiritualmente, ya podrá ser alimentada con vianda y se le exigirá que esté bien cocinado (instruido) y bien sazonado (Unción, poder y autoridad), para ser efectivo en el evangelio y aprobado por el Señor.

El Apóstol Pedro años atrás aconsejaba a los creyentes “Desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis  para salvación (1 Pedro 2: 2). Una excelente nutrición tiene que comenzar aun desde que estamos en gestación y luego cuando nacemos debemos continuar con ese  mismo cuidado nutricional para crecer  saludables y ser exonerados de enfermedades mortales, de igual manera en la vida espiritual debemos comenzar una buena nutrición no adulterada para crecer firmes sin desmayar, con una buena doctrina y así crecer para la salvación (la vida eterna), y no nos estanquemos en el desarrollo de la vida cristina, cuando somos bebes espirituales es necesario comenzar la nutrición con leche no adulterada para no  extraviarnos, y cuando lleguemos adultos estemos aptos para la comida sólida que nutre o sea la carne y así enfrentar los desafíos de la vida.

Efesios 4: 14 dice: Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas de error”. En este pasaje también se nos enseña que cuando una persona no ha sido alimentada adecuadamente en su área espiritual fácilmente puede ser engañada por cualquier doctrina, pues el enemigo se aprovecha de esto y no le será difícil engañar para apartarlos de la verdad, por ello no podemos perder de vista que antes de entrar en luchas espirituales es necesario estar nutridos y capacitados con una buena alimentación espiritual para cuando venga alguien con una doctrina de error automáticamente podamos discernir la mentira de satanás y no apartarnos de la verdad, de lo contrario seríamos engañados; él no duerme y conoce a aquellos que no se nutren  día a día adecuadamente, por esta razón necesitamos estos alimentos básicos para crecer con su conocimiento y revelación de su Palabra.

Una buena nutrición espiritual se basa en la Oración, la lectura de su Palabra, la enseñanza, la adoración, apartados del pecado, el ayuno y estar en su presencia, este es el objetivo central de una dieta nutricional adecuada, en conocer a Cristo mismo, y es necesario que diariamente sea parte de tu vida y así llegar a ser un buen ministro de Jesucristo.

El libro de Timoteo nos enseña “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso”, nuestro trabajo arduo debe ser para ejemplo de los creyentes en palabras, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. “Teniendo cuidado de ti mismo y de la doctrina” (Timoteo 4: 16) porque persistiendo en esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. En este pasaje vemos la importancia de muestra conducta en las palabras que declaramos, el amor que expresamos, la media de fe que tengamos y nos vean puros (santidad), porque con este comportamiento tendrás cuidado de ti e impactarás a los que te rodean y ellos te querrán imitar, aunque algunos tomen en poco esta Palabra y se preocupan más por ejercitar y cuidar su cuerpo mortal que para poco es provechoso como le aconsejaba Pablo a Timoteo. Por esta razón los que toman en poco esta palabra la viven de cualquier manera. Si cada cristiano se preocupara por su nutrición espiritual no solo se salvaría, sino que llevaría a otros a comportarse de una manera correcta para que también sean salvos.

No podemos negar que también debemos ser cuidadosos con nuestro cuerpo que el templo del Dios viviente y no puede ser contaminado con cualquier comida, y vivirlo de cualquier manera en 1 Corintios 3: 16, 17 dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él. Así que amados, puesto que tenemos tal responsabilidad y promesas de Dios del cuidado de su templo (Cuerpo) y de una buena nutrición espiritual, (Espíritu) limpiémonos de toda contaminación de la carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2 Corintios 7: 1). Guardemos un equilibrio con respecto a la alimentación tanto física como espiritual porque de eso dependerá tu calidad de vida, y de ellas tendrás que rendir cuenta a Dios.


¡Aleluya!

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